¡Buenas a todos!
Se acerca al fin la última semana de estudio, ¡ya era hora! A estas alturas, estamos todos los opositores con bastantes ganas de terminar. Y es que este año la convocatoria ha caído más tarde de lo habitual. Por eso, es el MIR más reñido (por número de aspirantes) y al mismo tiempo de los más largos de preparar, con casi 8 meses completos de dedicación maratoniana. Creo que a estas alturas, podemos estar orgullosos del esfuerzo y horas dedicadas.
Los días van pasando y, tal como te dicen en la última tutoría, vas acumulando nervios. No muchos al principio, porque al menos yo hasta que no llega el día concreto no estoy nerviosa de verdad. Esa suerte que tengo, supongo. Y aunque aún no he hecho el examen, confío en que va a ser como cuando he hecho otros exámenes: nerviosa antes de entrar pero, al empezar a coger la inercia del examen, todo ese nerviosismo se esfuma.
Curiosamente, en esa última tutoría que nos hacen antes del examen, dijeron eso mismo. Así que tengo bastante confianza en que será así. Hasta el momento he seguido las directrices marcadas por ellos y no se han equivocado en nada, de modo que para esto tampoco creo que lo hagan. Al fin y al cabo, las academias son un negocio y les interesa tener todo bien calculado y prepararte lo mejor posible para el examen. Y otra cosa no, pero el dinero, hoy día, motiva a casi cualquiera. Aparte del hecho de que se nota que los profesores que hemos tenido se han esforzado bastante y les gusta lo que hacen. No sé, estoy contenta. Y así como cuando las cosas se hacen mal hay que decirlo, también hay que aplaudir lo que se hace bien.
Este texto lo estoy escribiendo a lo largo de la semana, párrafo a párrafo, en diferentes días. Ahora, por ejemplo, es jueves por la mañana y hoy acabaré de estudiar la penúltima asignatura, por última vez. La verdad es que da gusto ir cerrando manuales y saber que ya no lo va a volver a abrir, si todo va como toca. Y aunque los manuales de asignaturas más importantes dan un poco de respeto a la hora de cerrarlos y no abrirlos más, eso no le quita alegría al momento, y ver cómo van desapareciendo manuales en tu cuarto, tras tantos meses acumulados sobre una mesa plegable porque no había más hueco donde meterlos.
El momento está llegando. Demostremos lo que somos capaces de hacer.
Opositoras, opositores, amigos: ¡Mucha suerte! #2MIR18
Pingback: Mi experiencia con la academia MIR | La Bata de Azahara