¡Hola a todos!
¿Qué tal os va? Espero que la respuesta sea positiva 🙂
Quería empezar la entrada agradeciendo el apoyo que veo por vuestra parte en RRSS, sobre todo en Twitter, donde más afecto estáis mostrando a mi contenido. Me alegra muchísimo saber que aporto cosas útiles para la gente y, sobre todo, que os gusta. Dicho esto, hoy os traigo una entrada que se me ha ocurrido mientras estoy rotando en Neurología este mes.
Como os imaginaréis, en una consulta general de Neurología se ven sobre todo casos de demencias, migrañas y epilepsias. Y una cosa que me ha llamado muchísimo la atención es que los acompañantes de los pacientes con epilepsia (o incluso los pacientes) muchas veces tienen asumidos falsos mitos sobre cómo actuar ante una crisis convulsiva. De hecho, recuerdo uno de los pacientes que acudió contando que había instruido a su hija de 12 años sobre qué hacer si él convulsionaba porque el resto de la familia, a pesar de las instrucciones que él les había proporcionado, seguían asumiendo ciertos mitos como correctos.

Así que he tenido la idea de traer aquí un pequeño Guión para la Actuación ante una crisis convulsiva (sea por epilepsia o por otro motivo). Imaginaos que vais por la calle y de repente alguien cae al suelo y empieza a convulsionar. Lo que NO hay que hacer es:
Meter las manos en la boca para intentar que no se “trague” la lengua. Las personas no se tragan la lengua, en todo caso la lengua puede caer hacia atrás en la faringe y dificultar el paso de aire. Para eso lo mejor es colocar a la persona de lado, en la llamada “posición de seguridad”, que os muestro aquí abajo:

Obviamente, cuando una persona empieza a convulsionar va a ser muy difícil que nos deje ponerle en esta posición, porque está rígida y en movimiento. Al principio, y mientras convulsione, deberemos conformarnos con ponerlo más o menos de lado, en la medida de lo posible, y ya cuando la crisis haya cesado, pondremos al afectado en la posición de la imagen.
Intentar “sujetar” a la persona para contener sus convulsiones. Cuando una persona está convulsionando, su musculatura está muy tensa, con un tono elevado, si lo decimos de forma más profesional. Si le intentamos sujetar, lo más probable es que no sólo no consigamos nada, sino que además favorezcamos alguna fractura o alguna otra lesión. Tenemos que dejar que convulsione, de forma controlada, quitando cualquier cosa que haya alrededor con la cual se pueda golpear (alguna silla u otro mueble, objetos punzantes, cualquier cosa que pueda dañarle).
En resumen, ante una persona que, conozcamos o no, empiece a convulsionar, debemos:
- Retirar cosas de alrededor con las que el paciente se pueda golpear mientras convulsiona.
- Dejarle que convulsione. Mientras, sin perderle de vista y vigilando, podemos llamar al 112.
- Una vez ha cesado la convulsión, poner en posición de seguridad.
Y por cierto, unos pequeños apuntes a tener en cuenta: durante las convulsiones, es posible que la persona afectada se orine encima (“liberación de esfínteres” en nuestra jerga), no nos tenemos que asustar. También es muy posible que, tras acabar la convulsión, el afectado se quede como “desconectado” de la realidad, es lo que llamamos “periodo postcrisis”, y entra también dentro de lo esperable. En cualquier caso, hay que llamar a Emergencias y esperar su llegada para relatarles lo sucedido. Toda información aportada a los Servicios Sanitarios puede ser de gran utilidad.
Con todo esto, espero que podáis haceros una mini-notita, y difundir la información para todos vuestros conocidos, pues toda información es buena y permite ayudar muchísimo a cualquier persona en un momento complicado como éste.